Solo fuimos dos extraños
tomados de la mano
en mi vientre árido
sembraste raíces
escurriendo los frutos del ensueño
yo he vivido un ocaso
en tu primavera
un espejismo
donde calmar la sed
un amor inmolado
sobre el vértice
de una quimera.
tomados de la mano
en mi vientre árido
sembraste raíces
escurriendo los frutos del ensueño
yo he vivido un ocaso
en tu primavera
un espejismo
donde calmar la sed
un amor inmolado
sobre el vértice
de una quimera.
Georgina Ramírez
9 comentarios:
Así son esas aristas sin limar, que el tiempo no ayuda a pulir y, quizá antes del tiempo deseado, nos mata el sentimiento. Muy bello poema, como dejándose caer. Besos.
he vivido un ocaso en tu primavera
es genuinamente acertada la imagen
mejor haberla vivido que haberla dejado pasar
un dulce frescor para labios a punto de estar marchitos
precioso me ha gustado mucho mucho
besitos de luz Georgia
felicidades
Quizás de esa quimera brotará una vida que será poesía.
Alicia
Amor inmolado pero amor al fin.
Me gusta como escribes, seguiré tu pista, besos.
La foto, junto al poema es un desgarro.
Dos extraños tomados de la mano... el hecho de no poder acercarse al otro, no poder estar en el otro, sentirlo lejos por mas que su mano esté tomando la nuestra, es muy doloroso.
Besos.
Desencanto y realidad.
Buen poema.
Y los tres versos finales geniales.
Me gusta mucho.
Besos.
Así, de ser mujer, hubiera yo sentido. Caminamos muchas veces de la mano de alguien que vive dentro nuestro, pero ambos como perfectos extraños. Un tanto doloroso tu poema querida Georgia, pero muy real en estos tiempos. Un beso y abrazos enormes, laaaargos.
ufff! excelente Georgia... estremecedor
Un amor, que existe y cualquier día, de repente, deja de existir. EL mundo es como es.
Saludos y un abrazo.
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