martes, 14 de septiembre de 2010


Solo fuimos dos extraños
tomados de la mano

en mi vientre árido
sembraste raíces
escurriendo los frutos del ensueño

yo he vivido un ocaso
en tu primavera
un espejismo
donde calmar la sed

un amor inmolado
sobre el vértice
de una quimera.
Georgina Ramírez