jueves, 30 de julio de 2009


VIACRUCIS

Hurgando en mi imprudencia
manos ajenas me borran
nadie puede apodarme

busco la forma de encontrar mi nombre
disipada en turbas infinitas
encuentros que se burlan de mis ojos

letárgicamente se repite la faena
una vez, tres, cinco veces
pretextos siempre
impiden ultimar

Una jauría sedienta
devora el canto
voces sin cuerpo
entonan una balada que se distorsiona

el circo
una vez más
levanta la carpa
llega el silencio

sigo sin nombre

vuelvo a casa
sin cédula de identidad.


Georgina Ramírez
(Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)

7 comentarios:

natalia dijo...

vuelvo
sin nombre.

Ophir Alviárez dijo...

"Una jauria devora el canto de voces sin cuerpo..."

Profundo!


OA

Patricia Angulo dijo...

Que nada ni nadie te quite la identidad, tu nombre y tus huellas te pertenecen estés donde estés.

Un abrazo.

Isabel Huete dijo...

A veces ni nosotras mismas logramos saber nuestra identidad. No hay que desesperarse porque siempre retorna.
Un beso grande, querida Georgia.

Walter Portilla dijo...

Querida Georgia, estés donde estés, lo dibujas muy bien y de una forma que nos envuelve. Poéticamente hablando, estaría triste de que me suceda algo así, pero también poéticamente hablando estoy feliz de que a ti te haya sucedido y lo hayas hecho poema. Mi abrazo es enrome, como siempre, y largo e infinito

Marian Raméntol dijo...

Seguir sin nombre, me parece la mejor manera de desnudarse...

Un besote
Marian

Luisa Arellano dijo...

Demasiadas veces nos absorve la multitud y nos perdemos. Pasamos a formar parte de la masa.

No hay que perder nunca el norte, para que aunuque esto nos pase,podamos recuperar nuestra identidad.

Me gusta el poema, Georgia, transmite muy bien la angustia de esas ocasiones.

Un beso.